sábado, 5 de junio de 2010

Crónicas de BULA-BULA. Episodio 4


BULA! Queridos y fervientes lectores. Me consta que gano adeptos, pocos pero nuevos, cosa que para un comunicador es como el pan: bendito. Hoy voy a poner mas sal que azúcar. El episodio anterior era realmente almibarado, pero necesario. Porque respondia al estado dulce del momento.
La luz es espectacular.

De hecho, os preparais para el cubo de babas de caracol que os va a salir por la rebaba de la boca. Estas imágenes no las he bajado de Google. Las he hecho con una Casio muy simple. Pero es que el entorno se da de por si solo para poder hacer fotos maravillosas. Hay que admitir que el encuadre del fotógrafo tiene su gracia. Pero repito que tiras una foto a cualquier cosa y te sale una maravilla.

Me hago muchas fotos a mi mismo. Porque me gusta estar solo y por lo tanto no tengo a nadie que me las haga. Y porque todavia no me creo que estoy aqui, pero estoy. Supongo... Por lo menos vosotros pensais que estoy. Y eso es suficiente. Porque todo esto en realidad podria ser un gran decorado de cartón piedra en la que el actor principal, en este caso soy yo. Y el director, y el productor, y el cámara... Ostras, a lo mejor estoy grabando la historia de mi sueño. Repito que no me lo acabo de creer. Voy a consultar con mis amigos los pececillos de colores tropicales a ver que piensan al respecto. Los corales de colores también tendrán algo que decir. Toda esta perorata se le podria poner una pincelada budista y decir que estoy pasando por unos estados mentales. Que mi yo no existe y que solo lo que siento es verdad. En fin, que reconozco que tiro barriguita para adentro y busco mis 3/4 que es mi perfil bueno. Ni decir tiene las que he descartado, faltaria mas. Solo publico las que mejor salgo.

Viajar solo tiene solamente dos desventajas: la primera es que se te quema la espalda porque no te puedes poner protector solar. Por lo tanto, tienes que desarrollar habilidades de yogi de yoga. La segunda es que no te puedes poner aftersun donde te has quemado. Por el resto de las cosas tiene muchas ventajas que no voy a nombrar. La principal es que haces lo que te viene en gana sin tener que consultar ni pedir permiso ni tener en cuenta al otro. E indiscutiblemente, conoces a más gente por el ya nombrado efecto 'perro solitario'.

Definitivamente pertenezco a la tribu de los kiwis. De forma natural nos encontramos, cuidamos y mimamos. En cambio con los italianos, muy frecuentes sorprendentemente por estos lares, no medio ni un ciao. Por lo tanto, tenemos nuevos miembros en nuestra gran familia. Y no beben mucho....Tendremos que investigar su 'pedigree'...

Ayer, antes de la puesta de sol, subí a lo más alto de la isla. Hay una roca que culmina Matamanoa. Y ahí sentí que estaba justo a la mitad de mi vida (eso es para animarme a vivir hasta los 88 años). Y el simblismo no podia ser más claro: viaje, paraíso, isla, sol. Y decidir dar por bueno todo lo hecho. El trabajo ha sido duro, pero estuvo bien. Y que James Joyce, a pesar de escribir una obra cumbre en de la era Gutemberg, jamas estuvo en ese sitio a esa hora. Y si de la fria y triste Irlanda escribió una obra cumbre que jamás me he atrevido a leer, como el Quijote, imagínate lo que puede hacer alguien que ha estado en la cima de una isla en el medio del paraíso. Pues todo.

Así que por hoy me despido con estas huellas dejadas en el camino y con la vista puesta en todo lo que queda por hacer. Voy a consultar con los pececillos y me voy a hacer de sireno un rato a ver si me pongo rubio, cachas y me sale una melena dorada como la puesta de sol de ayer. La cola no me hace falta, que estoy muy contento con lo mio.

BULA-10. (10 = adeu = adios, para mis amigos chilenitos y demás seguidores del mundo terrenal)

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