Mi amiga Pilarín, flamante ganadora de un Óscar de los de Hollywood por los decorados de ‘ El Laberinto del Fauno’ (Pan’s Laberynth para mis lectores ingleses), me acaba de dejar en el aeropuerto de Pukhet. Cuando lea estas líneas me va a maldecir, porque no conozco a persona más capaz y valiosa y a la vez más modesta y discreta (cosa que multiplica su valor). Seguro que le da 3 patadas que me dirija a ella como la amiga que ganó un Óscar. Pero para el resto de los mortales es algo extraordinario. Cuando se lo dieron, pensé que hay una cierta justicia universal que, a veces, premia a quien se lo merece. Y sin duda, los que conocemos a Pilarín, creemos que se lo merece a espuertas. Sobre todo, teniendo en cuenta que Pilarín no hace ningún tipo de ‘despacho’, ni peloteo, ni relaciones sociales para promocionarse. En eso es bastante cortita. Pero su valor es tan grande que supera todas esas barreras sociales que se les imponen a los que no están todo el día persiguiendo a los poderosos para recoger los restos de su codicia. Creo que quien más quien menos sabe de que hablo. ¿Verdad?
Aquí Pilarín y yo visitando un templo budista y ofreciendo una flor de loto e incienso a budha:
Llegué el viernes por la noche y hoy lunes por la mañana hacia Bangkok y esta noche hacia Londres. Mi llegada a Pukhet fue pelín justita ya que el vuelo de HK se retrasó y tuve que hacer piruetas para coger el vuelo. Entre otras cosas convencer a un tailandés de atención al pasajero que recogiera mis maletas y las enviara de Bangkok a Pukhet. Legalmente eso no se puede hacer por motivos de seguridad. Pero los españolitos, desde que ganamos la El Mundial, dices Villa, Iniesta, Xavi, Torres, Nadal, Alonso, … nombras a cualquier de estos superdeportistas y se te abren todas las puertas. Y si dices que eres de Barcelona, pues todavía más. Pones ojitos de gato de Shrek y no hay quien se resista a tus pregarias… (lo digo como consejo para viajar). El sábado a las 7am tenia las maletas en mi hotel. Flipante!
Y martes por la mañana vuelvo a casa. Y no es Navidad.
Thailand es un pais para visitar y disfrutar. A diferencia de mi experiencia con los de HK, los tailandeses son amables, sonríen, muy educados y finos. Muchos de ellos tan finos que se convierten con cierta facilidad a lo que aquí llaman ‘lady boy’. O sea travestis de toda la vida. Pero mucho más finos, delicados y femeninos que la mayoría de las mujeres occidentales. Bueno, ayer cenando con Pilarín había uno más bien hombretón. Pero en general finos y delicados. Ellas son muy guapas, visten espectacularmente bien y son muy elegantes.
La comida en Thailand es una de las mejores del mundo. He comido extraordinariamente bien por sorprendentemente poco dinero. Por 10€ puedes tener una cena deliciosa con 3 birras en un restaurant muy turístico en el centro de Pukhet. Me imagino que en los sitios auténticos puedes comer por 5 € como un maharajá (como un loco muy loco)
Hemos estado en Patong, que es algo así como el Torremolinos de Thailand. Se pueden ver a un montón (demasiados) hombres occidentales de una cierta edad con jovencitas por todos lados. El tema de la prostitución es tan evidente que casi ofende. No entiendo como estos tipos van tan ufanos por la calle sin ningún tipo de vergüenza ni ética ni moral. Pero hace tiempo que intento no juzgar (lo acabo de hacer, por eso lo ‘intento’), pero en este caso es tan flagrante que da auténtica penita. Las calles por la noche se convierten en grandes prostíbulos que dan a la calle y donde chicas están esperando que lleguen los clientes. Otras subidas a la barra del bar y bailando en atuendos más que sugerentes. Todo al aire libre. No quiero ni pensar que pasa con el tema pederastia, si esto es tan evidente. Me pongo enfermo.
Creo que volveré a Thailand en la buena época y le dedicaré un buen tiempo porque intuyo que saliendo de sitios como Patong, encontraré sitios maravillosos para disfrutar de la vida.
Que de eso precisamente se trata.
Estamos en época de monzón y llueve a mansalva. Es por esta razón que no me quedo por Asia. Llueve por todos lados a todas horas. En 2 segundos te cae la del pulpo y si te pilla en un descampado, relájate y disfruta. Porque es como si te tiraran cubos de agua encima.
Igualmente hemos disfrutado de unos ratos de sol, y si no llueve te das con un canto en los dientes. Hemos hecho compras, un par de trólex, elefantitos… Pilarín se ha comprado un supermonedero tipo retro de piel del cocodrilo. Ella se pone nerviosa regateando, pero yo que tengo alma de fenicio me divierto regateando. Antes me ponía nervioso y me daba cierta vergüenza regatear. La masterclass me la dio un bereber en Marrakech. Mientras me hacia sentar, me servía té, se dirijía a mi con voz melodiosa como reacción a mi tono seco y cortante, pronunció la fórmula que me hizo entender el juego:
“Tu quieres alfombras, yo quiero dinero. Solamente hay que ponerse de acuerdo en el precio”
El 96% de la población tailandesa es budisa. Solo por eso, ya vale la pena visitar el país y entiendes muchas cosas a respecto como son. Claro que para entender la relación entre los 'lady-boys' y estas pinturas 'modernas' que representan a buda, tampoco hay que ser muy listo. Hay algo latente en la iconografia tailandesa que tiende hacia el mismo aspecto. De la siguiente imagen, se pueden sacar muchas conclusiones y matices.
Y empezó a explicarme las bondades de sus productos. A mi me hizo la mente ‘click’ y me dejé seducir por sus argumentos. A continuación empecé a desarrollar mis argumentos del valor que yo le daba a lo que me acababa de explicar. Y ese valor estaba directamente relacionado con el nivel de felicidad que me produciría su producto. Es decir: me gusta o no me gusta. Después de 3 iteraciones, nos pusimos de acuerdo en el precio. Yo salí con mi alfombra y él con mi pasta. Yo contento y él también. Desde entonces, regatear para mi es una diversión y no un sufrimiento. Entiendo a la gente que se pone nerviosa porque no entiende las reglas del juego ni quieren jugar. Como dice Maruja Torres en el título de uno de sus libros: “Más másters da la vida”
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Qué maravilloso y dispar es el mundo...
ResponderEliminar